domingo, 17 de septiembre de 2017

Te quiero




El “plick- plack” de las gotas al caer de la mesa me ponen nerviosa, son como un reloj contando los segundos que quedan. Todas las ideas preconcebidas desaparecen de mi mente y me doy cuenta de que la gente habla demasiado. Me empieza a doler el cuello pero no me atrevo a cambiar de posición, algunos dirán que soy valiente y otros cobarde pero yo lo único que me siento es vacía, un cuerpo sin alma, un futuro sin sueños. Siento como me dejan las fuerzas, como se me secan los labios y me gusta la sensación…
Aun recuerdo ese día, fue un día soleado como este en donde el frío determinaría el resto de mi vida. Ya eras parte de mi todo y la costumbre de verte empezaba a arraigarse en mí, eras la única luz que dejaba pasar a mi fría soledad, el único que pudo y podría atravesar mi coraza de hierro. Empezaba el verano y por primera vez en mucho tiempo me hacia ilusión, podría ver los cerezos a tu lado y no creía que existiera algo mejor…Sonó el teléfono y tu voz me dijo que no saldrías, que tenias trabajo que hacer. Colgué y decidí hacer algo por ti, como tú siempre hacías por mí. Empecé a caminar llevando conmigo eso que tanta ilusión te hacia y que únicamente compartías conmigo. A cada paso que daba mi corazón saltaba, me advertía…Te vi a lo lejos, pero no estabas solo, me acerque lo suficiente para verla, esa estrella que iluminaba tu rostro con esa sonrisa que no te vi jamás. Me viste y mientras yo trataba de escapar lograste hacerte de mi brazo. Me hacías daño y comenzaste a gritar…fue un golpe bajo que no pude soportar, a partir de allí todo se vuelve confusión y niebla, no recuerdo cuanto tiempo paso desde la ultima vez que te vi, ni….
Ni nada, siento…no se lo que siento…las heridas son mas profundas de lo que planee, pero es mejor así, eso evitara que fallen mis cálculos. Voy olvidando todo lo que me unió a ti, ya siento la sangre caliente llegar a mis dedos… me he cortado los tendones y no puedo cambiar de posición aunque quiera, no sin un esfuerzo que mi cuerpo ya no permite. El sol resplandece en el cuchillo que mi madre destina para la cocina. De nada servirán las explicaciones, será algo que no podrá sobrellevar, pero me da igual, ese ya no será mi problema si no el suyo…
No tiene sentido que te diga hoy lo que sentí por ti, el daño que me hiciste o lo que por dentro se desgarro al verte así… no trato de justificarme ni de encontrar excusas, sigo sin creer que en estos momentos estoy buscando seguridad, pero creo que eso nunca cambiara, ya lo dijiste una vez, esta soy yo, sin mas…
Voy perdiendo la conciencia, siento una lagrima brotar y rodar por mi mejilla y quisiera mentir, decir que es un reflejo pero no lo es, sigo sintiendo este dolor, este vacío que no me dejaba vivir y que posiblemente no me deje morir, siento como disminuye el flujo de sangre, ya casi es la hora de decir adiós, que lastima que nunca oirás nada de esto que digo…
Oigo a lo lejos el sonar de una cerradura, me llaman pero no puedo contestar…un grito que oigo con mas claridad, los nombres con los que me llama todos los días, un “que has hecho” y un “por que” se desdibujan a lo lejos…siento un calor que me envuelve, es el amor de mi madre que me quiere salvar, pero ella y yo sabemos que ya es demasiado tarde, la veo entre esta negra oscuridad que va cegando mis ojos, siento sus lagrimas caer en mi rostro…estoy en una posición diferente, empiezan a llegar los suspiros y el aire empieza a dejar mis pulmones, quiero dormir, dormir para siempre. Nunca me ha gustado ver a mi madre llorar, y como siempre, no lo puedo evitar, nunca lo comprenderá pero tampoco se lo puedo explicar, será la cruz que llevara por el resto de sus días…
Y en medio de su sufrimiento, en lo único que puedo pensar es en ti…
Ya no tengo más que decir…nada que pensar…nada que sentir…nada más que un:

TE QUIERO

Midori 080507!

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