lunes, 10 de enero de 2011

Despacio.

Tan despacio.


Como ese ruido sordo que hacen las nubes antes de soltar sus lagrimas en forma de lluvia.

Como la hoja que cae inevitablemente al suelo.


Lento.

Tan lento.


Como un primer beso lleno de miedos y dudas.

Como el sol que cruza el cielo entre las 12 y las 17 horas.


Obscuro.

Tan obscuro.


Como la confusión que se cierne sobre un corazón con suficiente espacio para dos.

Como un eclipse de luna en la noche mas negra desde hace 400 años.


Solido.

Tan solido.


Como la roca que recibe las olas todos los días sin descanso alguno.

Como el diamante que surge de un trozo insignificante de carbón.



Tan lucido. Tan inexplicable. Tan claro.



Así.


Así es lo que yo siento por ti.

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