Sorpresas

Judgment day is near. Be prepared.

La pobre chica sostenía en su mano temblorosa un cuchillo de carnicero mientras pensaba que hacer. Su adorado novio con el que hace poco se entrenaba en el arte de la felación estaba tras la puerta con toda la intención de comérsela.

Literalmente.

Respiro profundo y decidió no esconderse más. Oía a su pobre madre gritar desde la otra habitación (sin tener la menor sospecha de que pronto la tendría que atravesar con ese cuchillo de carnicero) y a lo que fuera que estaba tras su puerta aporreando cada vez más fuerte. Los extraños sonidos de animal hambriento que provenían de lo que antes era su novio y ese olor a carne putrefacta no la dejaban pensar con claridad.

Pero algo tenía que hacer. Sin pensarlo mucho abrió la puerta y “eso” se le abalanzo encima a una velocidad penosa, torpemente y viendo sin ver. Aprovecho y logro propinarle un golpe con el banquito de su tocador antiguo con tan mala suerte que parte de su nariz podrida salio disparada y aterrizo contra la puerta del lavabo.

Aprovechando el atontamiento de su oponente cogio el cuchillo de cocina y le corto la cabeza de un solo tajo, como había hecho con la otra cosa que le precedió. Lastimosamente tuvo que cortarla en pedazos para darse cuenta que la única forma de detener a algo que ya estaba muerto era cortándole la cabeza, cercenando todo tipo de unión entre el cerebro y la columna vertebral y el sistema nervioso.

En la otra habitación su madre ya había dejado de gritar pero los sonidos de una criatura dándose un festín con las vísceras de su presa eran altos y claros.
-¡Con dos cojones!- se dijo, mientras se preparaba para enfrentar lo que hubiera detrás de la puerta numero dos.

Y es que sin ella saberlo, alrededor del globo terráqueo la misma escena se repetía:

Muertos saliendo de sus tumbas, comiéndose a gente por doquier, creando más de los de su especie, sin parar ni un segundo, a paso lento pero firme, con el solo objetivo de saciar su hambre.

El Apocalipsis zombie había comenzado.



En honor al libro de zombies que leo y a la persona que me ha llevado a encontrarle el gusto a esto de los zombies. No es mi fuerte, pero me apetecia.

A tú salud cosica!