Hoy es un dia fatidico. Espantoso. Terrible. Triste y melancólico.
Por todo lo que me falta y lo mucho que me sobra.
Por eso y unicamente por eso es que hoy voy a poner la letra a la canción de un grande.
Una canción que en un día tan trágico como este ha conseguido, gracias a un buen amigo, devolverme la gana de seguir caminando, siempre hacia adelante y con la cabeza en alto.
"She Belongs To Me"
She's got everything she needs
She's an artist, she don't look back
She's got everything she needs
She's an artist, she don't look back
She can take the dark out of nighttime
And paint the daytime black.
You will start out standing
Proud to steal her anything she sees
You will start out standing
Proud to steal her anything she sees
But you will wind up peeking through her keyhole
Down upon your knees.
She never stumbles
She's got no place to fall
She never stumbles
She's got no place to fall
She's nobody's child
The Law can't touch her at all.
She wears an Egyptian ring
That sparkles before she speaks
She wears an Egyptian ring
That sparkles before she speaks
She's a hypnotist collector
You are a walking antique.
Bow down to her on Sunday
Salute her when her birthday comes
Bow down to her on Sunday
Salute her when her birthday comes
For Halloween buy her a trumpet
And for Christmas, give it a drum.
http://www.youtube.com/watch?v=fjJw4eiF9Uk
lunes, 31 de enero de 2011
viernes, 21 de enero de 2011
18
Reciclando. De antes.
El caudal de mis lágrimas,
Acrecienta, con cada paso que das.
Tus tristes ojos negros,
Mas tristes que de costumbre,
Me dicen que no hay vuelta atrás…
Tú sin palabras,
Yo sin poder hablar,
Frío silencio,
Quebrado por el viento…
Y tú te vas,
Mientras el sol cae en el horizonte…
El caudal de mis lágrimas,
Acrecienta, con cada paso que das.
Tus tristes ojos negros,
Mas tristes que de costumbre,
Me dicen que no hay vuelta atrás…
Tú sin palabras,
Yo sin poder hablar,
Frío silencio,
Quebrado por el viento…
Y tú te vas,
Mientras el sol cae en el horizonte…
domingo, 16 de enero de 2011
Prejuicio
Orgullo. Demasiado para el bien del mismo.
Quizá sea mi condena o en este caso especifico, mi salvación.
Nunca he agachado mi cabeza ante nada ni nadie. No esta en mi naturaleza dejar de patalear en contra de aquello que me disgusta y no pienso romper mi record bajo ninguna circunstancia o situación.
Y quiza a lo largo de mi vida pierda mucho pero yo estoy bien con lo que tengo, con lo que soy.
No creo en los arrepentimientos o en las absurdas utopias de finales felices, ni tampoco en aquellos que te ofrecen un 'para siempre', o en los otros que te dicen que tarde o temprano lo lamentaras.
No señor.
Yo creo en mi, en mi sombra y en mi conciencia tranquila por las noches. En la semi felicidad que irradia mi corazón al saber que aunque quiza equivocado ha hecho lo que quizo y lo que sintio.
Creo tambien en los que me han dado un hoy y ahora y que talvez no me prometen un mañana pero si un 'de momento no estas sola'
Creo al mismo tiempo que la vida en mi caso particular le ha permitido al destino jugar. Todo lo que tengo ahora se ha dado lentamente y de forma natural, por alguna razón o motivo, sin nada de azar.
Y es por ello que no creo en bajar mi cabeza.
Es absurdo. Ridiculo. Infantil.
No creo en ser sumisa y agradable,en decir palabras falsas,en pedir perdones insinceros.
Más bien creo en mi. En lo que siento. En lo que veo. En lo que pienso.
En la facilidad con la que llega el aire a mis pulmones mientras me fumo un cigarro con la soledad.
Una soledad escogida pero más feliz que la compañia que unos escogen, forzada y equivocadamente, por desesperados, por aquello de tener una tabla de donde colgarse y asi no morir ahogados.
Quizá sea mi condena o en este caso especifico, mi salvación.
Nunca he agachado mi cabeza ante nada ni nadie. No esta en mi naturaleza dejar de patalear en contra de aquello que me disgusta y no pienso romper mi record bajo ninguna circunstancia o situación.
Y quiza a lo largo de mi vida pierda mucho pero yo estoy bien con lo que tengo, con lo que soy.
No creo en los arrepentimientos o en las absurdas utopias de finales felices, ni tampoco en aquellos que te ofrecen un 'para siempre', o en los otros que te dicen que tarde o temprano lo lamentaras.
No señor.
Yo creo en mi, en mi sombra y en mi conciencia tranquila por las noches. En la semi felicidad que irradia mi corazón al saber que aunque quiza equivocado ha hecho lo que quizo y lo que sintio.
Creo tambien en los que me han dado un hoy y ahora y que talvez no me prometen un mañana pero si un 'de momento no estas sola'
Creo al mismo tiempo que la vida en mi caso particular le ha permitido al destino jugar. Todo lo que tengo ahora se ha dado lentamente y de forma natural, por alguna razón o motivo, sin nada de azar.
Y es por ello que no creo en bajar mi cabeza.
Es absurdo. Ridiculo. Infantil.
No creo en ser sumisa y agradable,en decir palabras falsas,en pedir perdones insinceros.
Más bien creo en mi. En lo que siento. En lo que veo. En lo que pienso.
En la facilidad con la que llega el aire a mis pulmones mientras me fumo un cigarro con la soledad.
Una soledad escogida pero más feliz que la compañia que unos escogen, forzada y equivocadamente, por desesperados, por aquello de tener una tabla de donde colgarse y asi no morir ahogados.
viernes, 14 de enero de 2011
Repetición.
Redundar.
Lo mismo.
Lo de siempre.
La copia.
Nada es diferente.
Todo es exactamente igual.
¿Como quieres lograr algo tan bueno vomitando las mismas palabras sin parar?
Permiteme entonces un instante de esta eternidad para enseñarte a redactar un par de verdades sin arreglar, a jalar la cadena de ese váter sucio en el que vomitas dándote igual.
Lo mismo.
Lo de siempre.
La copia.
Nada es diferente.
Todo es exactamente igual.
¿Como quieres lograr algo tan bueno vomitando las mismas palabras sin parar?
Permiteme entonces un instante de esta eternidad para enseñarte a redactar un par de verdades sin arreglar, a jalar la cadena de ese váter sucio en el que vomitas dándote igual.
Etiquetas:
Historias personales,
Juegos literarios
martes, 11 de enero de 2011
Requiem para ti.
-¡Cobarde! !Eso es lo que eres! ¡Un puto cobarde de mierda!-
Le gritaba enfurecida, buscando hambrienta algun tipo de reaccion o palabra que le comprobara lo contrario. Despues de todo, le seguia queriendo a pesar de todo el mal que le habia hecho. A veces hasta ella misma se sorprendia de seguir a su lado, aguantandole, apoyandole, regalandole cada noche sin vestigio de duda su cuerpo y su corazón.
-¡Pero que lo tienes todo mal cariño! Yo nunca seria capaz de algo asi y lo sabes. ¡Yo te amo!...¡Te amo! Por favor creeme. Lo que viste, yo...¡Yo no puedo vivir sin ti! Ella...Ella solo fue un desliz. Una locura...¡Creeme porfavor!-
En su redundancia todo tenia sentido. Ella era su vida más 'a veces' que 'a menudo', lo cual le dejaba en la posición de buscar maneras de llenar su vacío, casi siempre muy 'a menudo'. Vacío que le provenía de tenerla allí siempre, innamovible, dedicandose día tras dia a quererle y nada más. Esa sensación de adoración absoluta llegaba a exasperarlo, a asfixiarlo. El miedo le corroía los sentimientos y sentia morir en aquella jaula de amor dulce pero toxico.
Todo habia pasado tan rapido. La rubia se habia lanzado sobre él, le habia comido la boca mientras él lo disfrutaba y no ofrecia ninguna resistencia. Al abrir los ojos vio a su mujer y sonrio. No pudo evitarlo y se odiaba por ello. Sonrio con complacencia hacia él mismo, hacia su estupida vida de hombre comprometido, esa que 'a veces' le hacia feliz pero que nunca habia sido lo que él realmente necesitaba. Amaba su soledad y su libertad más que a nada en el mundo pero ella habia aparecido de la nada y el calor de su ser le habia empezado a deshacer el hielo del corazón.
A pesar de ello le resentia por cambiarle. Le resentia por hacerle olvidar lo que una vez habia sido. Le resentia por habersele vuelto tan necesaria como el aire. Y asi se decidio. Se decidio a vengarse de esa mujer que le queria tanto y le hacia feliz. Su venganza seria simple y sutil, despues de todo era incapaz de hacerle daño o peor aun de vivir sin ella. No podia hacer nada que terminara en soledad.
Fue entonces que empezo a complacerla de la puerta de su casa para adentro. Una vez salia se olvidaba que ella existia y disfrutaba su vida como siempre lo habia hecho. De repente se tomaba un descanso a su vida de excesos y le llamaba para decirle que la amaba. La mantenia tranquila y en las sombras, haciendole creer que era verdaderamente feliz.
Estaba tan seguro de su ceguera, esa ceguera que solo viene del amor mas sincero.Nunca penso que ella podia escoger un dia salir de su escondite y buscarle, buscarle y darse cuenta asi de que todo lo que ella creia era una simple y sucia mentira. Pero asi fue. Salio y todo se vino abajo y se maldijo a si mismo ya que aunque antes de acostarse siempre le rogaba que se fuera, no queria perderla.
-¡No te creo nada! Me das asco. ¿Pero sabes que? Más asco me doy yo. Siempre lo supe. ¡Siempre! ¿Me oyes? Pero quize creer que por mi cambiarias, que podrias darme un poco de lo que yo te daba. Me equivoque. Pense...Yo...Yo solo queria quererte pero ya no puedo mas. Simplemente ya no puedo más. No volvere a ser esa que se queda esperandote todas las noches con los ojos abiertos a ver si te atreves a decirme que me quieres. Ya no...-
Y sin mediar palabra se largo, a pesar del frio que hacia se fue. Y es que ella siempre supo, con el primer 'te quiero' sin respuesta, que todo estaba perdido.
Él se habia dedicado, sin querer queriendo, a perderla.
Para ti. Porque él nunca valio la pena.
Le gritaba enfurecida, buscando hambrienta algun tipo de reaccion o palabra que le comprobara lo contrario. Despues de todo, le seguia queriendo a pesar de todo el mal que le habia hecho. A veces hasta ella misma se sorprendia de seguir a su lado, aguantandole, apoyandole, regalandole cada noche sin vestigio de duda su cuerpo y su corazón.
-¡Pero que lo tienes todo mal cariño! Yo nunca seria capaz de algo asi y lo sabes. ¡Yo te amo!...¡Te amo! Por favor creeme. Lo que viste, yo...¡Yo no puedo vivir sin ti! Ella...Ella solo fue un desliz. Una locura...¡Creeme porfavor!-
En su redundancia todo tenia sentido. Ella era su vida más 'a veces' que 'a menudo', lo cual le dejaba en la posición de buscar maneras de llenar su vacío, casi siempre muy 'a menudo'. Vacío que le provenía de tenerla allí siempre, innamovible, dedicandose día tras dia a quererle y nada más. Esa sensación de adoración absoluta llegaba a exasperarlo, a asfixiarlo. El miedo le corroía los sentimientos y sentia morir en aquella jaula de amor dulce pero toxico.
Todo habia pasado tan rapido. La rubia se habia lanzado sobre él, le habia comido la boca mientras él lo disfrutaba y no ofrecia ninguna resistencia. Al abrir los ojos vio a su mujer y sonrio. No pudo evitarlo y se odiaba por ello. Sonrio con complacencia hacia él mismo, hacia su estupida vida de hombre comprometido, esa que 'a veces' le hacia feliz pero que nunca habia sido lo que él realmente necesitaba. Amaba su soledad y su libertad más que a nada en el mundo pero ella habia aparecido de la nada y el calor de su ser le habia empezado a deshacer el hielo del corazón.
A pesar de ello le resentia por cambiarle. Le resentia por hacerle olvidar lo que una vez habia sido. Le resentia por habersele vuelto tan necesaria como el aire. Y asi se decidio. Se decidio a vengarse de esa mujer que le queria tanto y le hacia feliz. Su venganza seria simple y sutil, despues de todo era incapaz de hacerle daño o peor aun de vivir sin ella. No podia hacer nada que terminara en soledad.
Fue entonces que empezo a complacerla de la puerta de su casa para adentro. Una vez salia se olvidaba que ella existia y disfrutaba su vida como siempre lo habia hecho. De repente se tomaba un descanso a su vida de excesos y le llamaba para decirle que la amaba. La mantenia tranquila y en las sombras, haciendole creer que era verdaderamente feliz.
Estaba tan seguro de su ceguera, esa ceguera que solo viene del amor mas sincero.Nunca penso que ella podia escoger un dia salir de su escondite y buscarle, buscarle y darse cuenta asi de que todo lo que ella creia era una simple y sucia mentira. Pero asi fue. Salio y todo se vino abajo y se maldijo a si mismo ya que aunque antes de acostarse siempre le rogaba que se fuera, no queria perderla.
-¡No te creo nada! Me das asco. ¿Pero sabes que? Más asco me doy yo. Siempre lo supe. ¡Siempre! ¿Me oyes? Pero quize creer que por mi cambiarias, que podrias darme un poco de lo que yo te daba. Me equivoque. Pense...Yo...Yo solo queria quererte pero ya no puedo mas. Simplemente ya no puedo más. No volvere a ser esa que se queda esperandote todas las noches con los ojos abiertos a ver si te atreves a decirme que me quieres. Ya no...-
Y sin mediar palabra se largo, a pesar del frio que hacia se fue. Y es que ella siempre supo, con el primer 'te quiero' sin respuesta, que todo estaba perdido.
Él se habia dedicado, sin querer queriendo, a perderla.
Para ti. Porque él nunca valio la pena.
lunes, 10 de enero de 2011
Despacio.
Tan despacio.
Como ese ruido sordo que hacen las nubes antes de soltar sus lagrimas en forma de lluvia.
Como la hoja que cae inevitablemente al suelo.
Lento.
Tan lento.
Como un primer beso lleno de miedos y dudas.
Como el sol que cruza el cielo entre las 12 y las 17 horas.
Obscuro.
Tan obscuro.
Como la confusión que se cierne sobre un corazón con suficiente espacio para dos.
Como un eclipse de luna en la noche mas negra desde hace 400 años.
Solido.
Tan solido.
Como la roca que recibe las olas todos los días sin descanso alguno.
Como el diamante que surge de un trozo insignificante de carbón.
Tan lucido. Tan inexplicable. Tan claro.
Así.
Así es lo que yo siento por ti.
Como ese ruido sordo que hacen las nubes antes de soltar sus lagrimas en forma de lluvia.
Como la hoja que cae inevitablemente al suelo.
Lento.
Tan lento.
Como un primer beso lleno de miedos y dudas.
Como el sol que cruza el cielo entre las 12 y las 17 horas.
Obscuro.
Tan obscuro.
Como la confusión que se cierne sobre un corazón con suficiente espacio para dos.
Como un eclipse de luna en la noche mas negra desde hace 400 años.
Solido.
Tan solido.
Como la roca que recibe las olas todos los días sin descanso alguno.
Como el diamante que surge de un trozo insignificante de carbón.
Tan lucido. Tan inexplicable. Tan claro.
Así.
Así es lo que yo siento por ti.
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